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Sinead Gleeson
Musica, maestra
Libros del Kultrum

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788418404214
Estado: Nuevo

A menudo olvidadas, casi siempre ignoradas, muy raramente reconocidas. Este ha sido el estado de la cuestión femenina en la música hasta hace bien poco. Consideradas meras intérpretes, musas o, simplemente, condimento visual en las actuaciones de los hombres, las pocas pioneras que se atrevieron a adentrarse en la industria musical sufrieron ostracismo y desprecio, cuando no fueron condenadas al más oscuro rincón de la memoria historiográfica -si no pasto del más inmisericorde anonimato-. Concebido y armado para contrarrestar el hegemónico discurso masculino en la literatura musical -mayormente escrita por y para hombres-, Música, maestra tiene por objeto, además de celebrar la obra de tan variopinto elenco de creadoras, saldar una cuenta largamente esperada: socavar de raíz el sesgo sexista que ha impregnado las esencias del canon en la música, la literatura y el cine. Y lo hace por medio de semblanzas compuestas por escritoras que reivindican a las mujeres cuya música, de una forma u otra, las ha acompañado a lo largo de sus vidas. Artistas que se encaramaron a la vanguardia de su tiempo, mujeres comprometidas que aunaron en su hacer música y activismo, transgresoras infatigables, cantautoras, intérpretes todas ellas queprovienen de todos los sustratos del espectro musical -folk, rock, rap, country, jazz, clásica, electrónica, etc.-. Desde Lhasa de Sela, amiga del instituto convertida en objeto de culto por Maggie Nelson, a Wendy Carlos, la pionera de la música electrónica que decidió alejarse del mundanal ruido, evocada aquí por Sinéad Gleeson, o la inefable Yoshimi, la baterista japonesa con la que compartió escenario y no pocas vivencias Kim Gordon. Dieciséis ensayos sobre música escritos por mujeres con los que arrojar un poco de luz sobre la vida y obra de estas y muchas otras artistas como Laurie Anderson, Ella Fitzgerald o Agnes «Sis» Cunningham con el muy necesario e impostergablefi n de empezar a equilibrar la balanza.